Moscatel y Garnacha recogidas en las postrimerías de la campaña de vendimia, en la localidad de Encinacorba, a casi 800 metros de altitud. Tras experimentar con innovadoras técnicas de elaboración, conseguimos ensalzar las virtudes propias de las dos variedades.
Intensísimo y poderoso aroma que profundiza en notas balsámicas, espaciadas y florales. Su paso por boca es singular, personal y diferente, te envuelve de principio a fin y deja un recuerdo inolvidable.
Misterioso, elegante y, sobre todo, diferente. Como el “vuelo” de la mantarraya, este vino hipnotizará tus sentidos. ¿A que nunca has probado un vino de moscatel y garnacha?
Moscatel de Alejandría y Garnacha.